17.3.08

Tirando del baul de los recuerdos ...

Enfrascado en la monotonía
nace de nuevo el día que se acaba.
La alegría habita en una cueva oscura
con la llama extinta del deseo.
No hay razón para no hacer un fuego,
aceptar el beso de la fruta madura,
extraer el jugo de las hadas
y ahogarse en la eterna sonrisa.
Empeñados en levantar muros,
en colgar carteles con mil explicaciones,
en decirnos lo que es bueno y malo,
en negar que vamos a morir,
en reir (pero de forma sana)
construyendo aduanas para los sentidos,
nos liberan en el marco de las prohibiciones
y nos hacen mejores,
nos hacen más puros.
Esos mismos que bloquean naciones,
esos mismos que trafican con armas,
esos mismos que bombardean ciudades,
esos mismos que comercian con el agua,
esos mismos que no hablan con terroristas,
esos mismos que expulsan a los inmigrados,
esos mismos que rezan ante los violadores,
esos mismos que dicen que no existe el paro,
esos son los que dicen que es ilegal
lo que yo haga o no haga con mi consciencia,
esos mismos que cenan con dictadores,
esos mismos que ponen todo a la venta.

Quique - Enero 1998

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